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miércoles, 23 de septiembre de 2020

De cómo registrar un título extranjero en 20 simples pasos

 Al fin! Después de todo el papeleo ya aparece mi maestría en la Senescyt 😊 🎉 . Consejos para lograrlo y no morir en el intento:


1. Asegúrese de tener el pasaporte vigente y que no se caduque justo cuando ya se puede solicitar la emisión del diploma.

2. Una vez se de cuenta de que tiene el pasaporte caducado no intente usar la cédula para hacer el trámite (no le van a aceptar tampoco la licencia, no insista)

3. Haga la cita para sacar su pasaporte y trate de buscar la mejor fecha. Así le toque esperar 2 meses para el turno.

4. No se mude de ciudad y piense que puede anular la cita. Va a tener que esperar a que se venza para sacar otra para 2 meses después.

5. Cuando pueda sacar la cita vaya a la misma aunque se esté declarando el posible inicio de una pandemia. Guarde las distancias por si acaso. Bonus: discuta en la cola con la que pensó que la distancia era para que se pueda colar con mayor facilidad.

6. Saque su pasaporte. Sonría.

7. Envíe el pasaporte escaneado y el dinero a España.

8. Espere a que se reanuden las actividades después de cuarentena. Llore.

9. Aprenda que el flamante portal del Senescyt le asigna 2 días para acceder a hacer cualquier trámite de acuerdo al último dígito de su cédula. Si le toca domingo y lunes no se amargue. Espere que llegue el domingo para entrar.

10. Dese cuenta de que el portal del Senescyt no le va a dejar entrar a hacer ni consultar nada si no es domingo o lunes. No insista. Vea la lista de documentos que tiene que ingresar y empiece a conseguirlos. Note que hay que notarizar todo.

11. Vaya a la oficina del notario más cercano y vea el cartel que dice " no se atiende sin cita " seguido de la lista de requisitos para agendarla (básicamente mandar todos los papeles por correo y describir lo que se necesita). Pierda el lunes. Escanee todo.

12. Ir a la cita con el notario para hacer la declaración juramentada y note que para pedir que le hagan la materialización de los documentos electrónicos tenía que mandar un oficio solicitando el servicio (así lo haya detallado en el mail o lo pueda pedir por favor ahí mismo en persona). Pida que le dejen escribir la carta desde su celular en Word en ese rato. Escriba. Materialice los documentos. Pague. Escanee todo.

12. Espere que sea domingo otra vez para meter los papeles escaneados en el portal de la Senescyt. Cruce los dedos que estén completos.

13. Espere la aceptación de los papeles y luego espere que sea domingo de nuevo para entrar al portal y generar la solicitud de pago por la gestión (que hace poco era gratis).

14. Como bonus entienda que no puede entrar a la página desde el celular.

15. El lunes vuele a pagar al banco y espere a que se active generar la cita. No se activa. Escríbales hasta por Twitter para que la activen. Nones. Respire y espere que sea domingo de nuevo.

16. El domingo entre en la página y agende la cita. Tome el día y la hora que desee.

17. Asista con puntualidad, lleve pluma para llenar el formulario que le van a dar y  todos los papeles. Espere que le atiendan y firme los documentos.

18. Espere el correo de verificación de ambas universidades (1 día) y a partir de ahí 20 días para su registro.

19. No reciba ningún correo indicando que ya está registrado y revise por si acaso un mes después en el portal a ver si aparece.

20. Celebre! Ha terminado 🎉 

lunes, 23 de diciembre de 2019

Discurso de Graduación del Diplomado Internacional de Retail Management

Autoridades 
Profesores 
Familiares 
Compañeros:

Tengo el gran honor de dirigirme a uds en representación de este extraordinario grupo de profesionales que conformamos la primera promoción del Diplomado Internacional de Retail Management. Y digo extraordinario porque todos fuimos elegidos por nuestras respectivas empresas para iniciar este viaje que termina el día de hoy, cuando después de un largo camino podremos llevarnos a casa este anhelado diploma obtenido con no pocos sacrificios y mucho esfuerzo. 

Para muchos será solo un cuadro más en la pared, pero cuando yo lo vea me llenaré de recuerdos: como el primer día de clase cuando llegué tarde por tratar de entrar por la Universidad Casa Grande, los stickers que nos pasábamos por el grupo de whatsapp, el estrés de los trabajos en grupo, los terribles controles de lectura con límite de tiempo, los ruidos de fondo que se escuchaban en las intervenciones en las clases online, de la vez que tuvimos que evacuar el edificio, el aire acondicionado que nos congelaba a todos, las bromas entre nosotros de las cuales ni los profesores se escaparon, y un sinfín de vivencias más que me llevo en el corazón. 

Cuando decidí entrar a este diplomado tenía dudas sobre cómo iba a generar un valor real a mi gestión, pero he de decir que desde el primer día supe que estábamos en el lugar correcto ya que las clases eran más que un monólogo del profesor hacia el alumno, realmente eran como una conversación que se nutría de las experiencias de todos y maximizaba el conocimiento del grupo, lo que dio como resultado que terminamos aprendiendo tanto de los profesores como de nuestros compañeros. 

Ha sido un reto, pero también una gran satisfacción y alegría el haber podido participar y compartir con todos ustedes. A los profesores, gracias por su guía, su paciencia y generosidad. A los organizadores: gracias por acogernos con tanta dedicación y cariño durante estos meses. A nuestras familias: gracias por su apoyo y comprensión, especialmente cuando nos tocaban las clases virtuales que terminaban a las 10 de la noche. 

También he de agradecer de forma muy especial a las empresas Marcimex, Indurama, TIA, El Rosado y Corporación Fernandez, quienes nos han permitido asistir a este excelente diplomado internacional. Nuestro compromiso de aquí en adelante será compartir y aplicar lo aprendido en estas aulas, contribuyendo así al desarrollo del país y a nuestro crecimiento profesional. Finalmente, compañeros, los felicito a todos por este gran logro y les dejo con este pensamiento: “Graduado, apunta al cielo. Porque, aunque no llegues, podrás ver las estrellas. Luego, apunta al espacio y no dejes de trazarte metas. El camino nunca termina”. 

Gracias!

miércoles, 4 de enero de 2017

El Doctor Frustrado

El balde blanco llegó a la casa un día a la hora del almuerzo. Tenía una etiqueta escrita toda en inglés, por lo que no entendía nada. Mi papá la puso muy orgulloso en la mesa, indicando a continuación que era la octava maravilla del mundo de la salud, que era de la invención de un tal Doctor Allen, que tenía 80 años de edad, pero que parecía de 50. En mi imaginación de niña de 8 años, el tal doctor tenía la cara de Einstein con cuerpo musculoso.
Toda la familia se reunió alrededor del misterioso balde blanco, mientras mi papá lo abría. Dentro había una especie de cereal en polvo, que había que tomar con un líquido. Según mi padre, en esa sustancia estaba el secreto de la longevidad y la buena salud. Nos dio a todos una cucharada en un jugo y nos dijo que tomáramos.
Mi mamá se atragantó pero pasó el jugo. Mi hermano, por quedar bien, se tomó un trago largo y casi lo devuelve, pero mi papá amenazó al que lo botara que “se lo comería del suelo”. Me tocó a mi, y obvio me atoré y lo boté en el mismo vaso. Mi papá ya me iba a obligar a tomarlo del vaso de nuevo pero mi madre no lo dejó, por ser asqueroso.
Y así empezó la batalla campal de todas las mañanas, en que nos obligaban a tomar el menjurje que ahora entiendo que no era nada más que salvado de trigo en envase glorificado y al 300% de su costo normal, y que al final mi padre perdió porque nadie (incluyendo a mamá) quiso seguir tomando eso.
Cuando la moda del Dr. Allen pasó, el diablo le susurró a mi padre que el mejor remedio para la gripe es “la leche con ajo”. De ahí en adelante nadie se atrevía a estornudar, no sea que le dieran a tomar tremenda mezcla, hasta que la gripe llegó por desgracia a la casa. Mi madre fue la primera víctima, pero solo oler esa leche casi vomitó, y no quiso ni probarla. A mi primer estornudo  ya tenía frente a mí una humeante taza de leche y su dosis de ajo dentro. El olor lo recuerdo hasta el día de hoy. Mi papá se sentó delante con amplia sonrisa esperando que me tome su brebaje. Mi mamá se sentó al frente mío con cara de asco. Yo, por complacerlo, y sabiendo que no tenía otra opción, lo probé. El sabor era tan malo que supe que tenía que hacer algo drástico para evitar tener que seguirlo tomando. Opté por sacar la pierna y agitarla como si tuviera un electrochoque y por suerte le hizo gracia, se rió y me libré de terminarme la taza.
Y así siguió adelante su carrera de sanador naturista: imanes para los dolores de cabeza, emplasto de sábila para purificar el vientre, barro para todos los demás dolores del cuerpo, cloruro de potasio (amarguísimo) para artritis y para ir al baño, salvado de trigo para la digestión y buen aliento, alpiste para bajar de peso, miel de abeja con limón para la gripe (único remedio agradable), bicarbonato aplicado directamente en las amígdalas para la garganta y un largo etcétera.
Cada uno de estos remedios fueron la sensación durante un largo periodo de tiempo y se convirtieron en una obsesión y en tema de conversación obligatoria de cada sobremesa. Y tanto nos han machacado, tanto hemos sufrido, que por lo menos a uno de nosotros lo impulsó a seguir la carrera de medicina, para parar esta locura o, tal vez, ¿quién sabe? terminar dándole la razón.

viernes, 4 de octubre de 2013

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Era mi hora de lunch y quería llegar rápido a casa a almorzar con mi familia, como todos los días. Salí a paso rápido de la oficina, el sol de la una de la tarde brillaba con fuerza sobre mi cabeza. Llegada a la esquina me paré a coger un taxi, de los muchos que solían pasar en aquella transitada avenida. Pero esa tarde, cosa rara, no pasaba ni uno sólo sin pasajero. Después de 10 minutos de espera en el clima inclemente me empecé a desesperar. Pasaba uno, lleno, pasaba otro, de largo. ¿Qué pasa? Me puse a ver, aburrida, a mi alrededor, y vi que a unos pasos de mí estaba un ciego con su bastón, de pie, mirando a la nada. Me acordé de Ensayo sobre la Ceguera de Saramago, y di un respingo, siempre he temido quedarme ciega después de leerlo. Seguí esperando en el sol. No pasaba nada. Empecé a pensar en la posibilidad de correr el riesgo de coger un taxi pirata, y cuando ya me resolvía, lo vi. Un bus llegaba hacia la parada, el invidente lo escuchó, se adelantó y le gritó al chofer que si  era la línea 85. La línea era la 44, y el conductor le dijo que no. Pasó otro y, al adelantarse el ciego a preguntar, dio un traspié en la vereda y estuvo a punto de caer frente a la buseta. Por suerte el bastón le supo devolver el equilibrio y entonces entendí. Me acerqué al señor con mucho respeto y le ofrecí ayudarlo a encontrar su transporte. Pasaron tres de ellos hasta que llegó el esperado 85. Le paré el bus, y él me dio las gracias. 

Detrás del gran vehículo, como lo esperaba, venía un taxi vacío, para mí.

martes, 21 de mayo de 2013

ZAPATITO COCHINITO

Sucedió una tarde en que tenía que ir al banco. Sólo la idea de ir a hacer fila, sacar el dinero y encima ir a depositarlo en otra institución, con una fila más larga, me daba mucha pereza. Si al menos me dejaran sacar el celular para jugar mientras espero, pero ni bien lo vas sacando el guardia salta enfurecido encima de ti y te grita muy amablemente que "TENGA LA BONDAD DE GUARDAR EL TELÉFONO" y todos te quedan viendo como sacapintas en potencia. En fin. Me vestí rápidamente, adormilada, me pasé el cepillo por el cabello sin verme, y salí resignada.
Cuando estaba en la fila del abarrotado banco, pensando en la colota que tenía que hacer (encima era quincena) noté que una señora de la fila de la tercera edad me sonreía. Como no la conocía, sonreí y rápidamente desvié la mirada. Al rato levanté la vista y otra señora de la fila de al lado me sonrió también, entonces me puse nerviosa (¿tendré monos en la cara, o que?) y discretamente empecé a hacer un rápido inventario de mi aspecto. Me pasé disimuladamente la mano por el cabello y todo estaba en su sitio. Me miré los brazos, la blusa, la cartera, el pantalón.. y entonces lo vi. Tenía puestos zapatos diferentes. Una ballerina café oscuro en un pie, y una color camel en el otro. Aterrada miré al frente dispuesta a fingir que no había visto nada. Y ahora? ahora!!? qué hago?!!? van a pensar que estoy loca. Me van a tomar una foto y la subirán a Twitter con el hashtag #lalocadelzapato buaa. Mantuve la frente en alto, la mirada hacia adelante, aquí no pasa nada. Recé con todas mis fuerzas para que el cajero que me tocara sea veloz, porque sabía que una vez adelante en la caja, todo el banco me miraría los zapatos. 

OK. Mi turno. Respiro hondo, y me acerco al cajero. Le paso todos los papeles por la ventanilla.
-La libreta no está actualizada desde Julio del 2012.
-Si, es que yo realizo mis transacciones por internet.
-Desea que se la actualice? son 268 líneas por imprimir.
-No! por favor, solo deme el dinero. De prisa.
-Ok

Mientras el cajero contaba TRES! veces el dinero, yo sudaba escuchando el murmullo que crecía a mis espaldas. Cogí el dinero sin contarlo, lo metí como sea en la cartera, me calé las gafas, alcé la nariz y salí del banco fingiendo dignidad.

Caminé al mejor estilo de Jefferson Pérez hacia la tienda de zapatos más cercana, elegí en tiempo récord los zapatos que mejor iban con mi ropa y me acerqué a la caja.

-Señor, cóbreme rápido estos zapatos por favor.
-Claro señora, desea usar la promoción 2 x 1?
-Noo gracias, sólo deseo estos.
-Le doy una funda?
-No, me los llevo puestos. Oh, mejor si, deme la funda, pero no se preocupe. Yo meto mis zapatos dentro.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Mi Primer Sueño Lúcido



He estado tratando de tener un sueño lúcido por dos semanas, haciendo los ejercicios de recordar mis sueños, y comprobando cada cierto tiempo si de verdad estoy despierta. Me siento un poco tonta juntando mis manos y deseando que mis dedos de la derecha pasen a través de mi palma izquierda, pero me digo que la experiencia lo valdrá. Esperemos.

La curiosidad comenzó hace un mes, cuando ya faltaba poco para la hora de despertarme. Recuerdo vagamente que estaba en la sala de una casa y por no sé qué motivo dirigí mi mirada hacia mi reloj. En vez de ver la hora, vi mi reloj derritiéndose sobre mi muñeca, como en una pintura de Picasso. En ese momento alcé el rostro y me di cuenta de que estaba soñando. La sorpresa fue muy grande pero casi al instante empecé a escuchar los latidos de mi corazón y a sentir mi cuerpo acostado sobre la cama, aunque “yo” estaba de pie en mis sueños. Desperté.

Frustrada por no haber podido seguir consciente dentro de mi sueño, empecé a investigar las técnicas necesarias para lograr repetir la experiencia. Tendría que cuestionar cada cierto tiempo mi “realidad”, hacer la comprobación de las manos (si es un sueño, los dedos pasan a través de las palmas), y llevar un diario de sueños. Confieso que me da pereza hacer lo último, pero me esfuerzo en recordar cada detalle de lo soñado por las mañanas y después de una hora tratar de recordarlos de nuevo. Me voy a dormir.

Ahora estoy en un salón con pisos de alfombra roja, muy lujoso, veo a mi jefe pero deseo que se vaya y se va. Después llego a una habitación y me desvisto para tomar un baño. A lo lejos dos hombres me están mirando, me asusto, no quiero que me vean, y entonces se cierra la cortina. Salgo y están ajusticiando a los dos hombres por mirones, los echan a un pozo con dos tiburones. Cuando los van a atacar, siento pena de ellos y pienso que mejor los tiburones deberían ser dos mujeres que los apapachen porque están faltos de cariño. Y sucede. Voy a otra habitación y un grupo de barbies cheerleaders tamaño natural está bailando, pero al verme se emocionan y se acercan como una turba de plásticas. Me da temor cuando saltan tan efusivas así que deseo que vuelvan a ser de tamaño de muñecas y se transforman, empezando a hacer una coreografía saltando en el suelo. A mi lado está una china con una libreta de apuntes. Y es en ese momento, cuando veo a las muñecas bailando, en que me empiezo a cuestionar si esto es un sueño o realidad. Por qué todo cambia tan fácil solo con yo desearlo? No es normal… voy a comprobar.. y uno mis manos. Mis dedos pasan a través de mi palma!!. Estoy soñando!!. Inmediatamente empiezo a escuchar mis latidos. No! No! No! No quiero despertarme!. Froto mis manos para tratar de estabilizar el sueño con el movimiento, pero siento que no funciona bien, mejor me tiro para atrás.. Mal! Me acabo de despertar! Hablo con mi esposo, que está en la otra habitación viendo el futbol, y le digo que tuve un sueño lúcido, y él me responde ¡qué bien!, entonces me vuelvo a acostar y cierro los ojos..Y ahora estoy en un parque y me pregunto.. cómo llegué aquí? No recuerdo.. Todavía estoy soñando!! Genial! Volví a mi lucidez! Quiero volar! Empiezo a elevarme pero no me sale muy bien.. Mejor más rápido, hacia el espacio! Veo la Tierra mientras floto en el espacio negro.. es divertido! Pero no sé como regresar.. y si me caigo? Qué hago? Cierro mis ojos, los abro, y estoy dentro de un espacio en blanco. Oh, oh.. cierro los ojos de nuevo.. y desperté.

He dormido 12 horas. Calculo que mi lucidez duró un minuto o dos. Le pregunto a mi esposo si se acuerda de lo que le dije cuando me desperté antes de volverme a dormir,  y me queda viendo con extrañeza. Resulta que esa conversación nunca pasó. Fue un “falso despertar” que mi cerebro creó para regresarme a la inconsciencia y tomar nuevamente el control.
Toda esta experiencia me lleva a sorprenderme con la capacidad infinita de la mente, que fue capaz de crear todo un universo con imágenes nítidas en mis sueños, solo para engañarme. Definitivamente trataré de estar lúcida otra vez, es algo muy liberador y asombroso!

Quieres tener sueños lúcidos? Puedes empezar por aquí.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Una Sensación Sin Nombre



Hace poco tuve la siguiente conversación con mi esposo:

-Amor, me estoy volviendo loca. Me acabo de bajar archivos de sonido de hojear papeles, papeles arrugándose y de una grapadora… porque ME GUSTA.

- Mi vida, no está loca. Solo es algo que le gusta y ya.

Pude ver que no me entendía. Traté de explicarle la sensación.

-Es que cada vez que escucho eso me quedo como en trance, y me da un cosquilleo rico en la cabeza. También me pasa cuando me peinan o me lavan el cabello. Es muy agradable y relajante. Estoy loca.

Me mira como si en efecto lo estuviera. Pero como no soy demente peligrosa, lo deja pasar.

Me quedo con la “espinita” de pensar que en efecto hay algo malo conmigo. A quién puede gustarle el sonido de una tijera cortando papel? De una envoltura de papel de regalo? De alguien dibujando?
Pues buscando en internet material para mi nuevo “vicio” descubrí que no estoy sola, y que muchas personas lo han sentido. Esta “sensación sin nombre” se llama tentativamente ASMR.
ASMR (Autonomous Sensory Meridian Response) o Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma es esta sensación que percibimos ciertos afortunados y que nos produce una gran sensación de bienestar. Algunos lo describen como “el orgasmo de la mente”, pero no tiene nada que ver con el sexo, solo se siente bien, como una especie de masaje cerebral.

Hay literalmente miles de videos en internet creados para estimular esta sensación. Páginas enteras dedicadas a su difusión y a tratar de que lo estudien para encontrar sus causas. Por el momento no hay ningún estudio serio que pruebe que existe. Pero yo simplemente estoy feliz solo con saber que muchas personas lo sienten y que estoy en mis plenas facultades mentales.

Viendo algunos de estos videos me doy cuenta de que a algunas personas les funciona escuchar susurros, los sonidos del teclado, un cepillo frotando, alguien dibujando y un gran etcétera. Lo más raro que vi fue una chica que en susurros simulaba estar lavando y cortando el cabello. En mi caso particular prefiero solo escuchar los videos porque me parece muy raro relajarme viendo como alguien frota una almohada o mueve un papel.

Si desean saber si uds (tienen?, son?) ASMR pueden probar haciendo click en alguno de los videos que adjunto. Suerte!



Este video es de alguien jugando con una lámpara de papel. Me gusta que no habla porque solo el sonido es suficiente para relajaaaaarm zzz

Los sonidos de este video son maravillosos. Este es un caso de ASMR no intencional.

  
También ocurre cuando se ve a personas realizar tareas intrincadas con las manos, este video también tiene el relajante sonido del pincel sobre el papel.

 

Según algunas personas escuchar la voz suave de esta persona tiene el efecto ASMR. Yo me aburrí.


Este es el video raro del que les hablaba. Si les gusta no los juzgaré. 

Más sobre el tema (en inglés):